“La inspiración, pues, en el sentido bíblico es una acción divina o influjo sobrenatural por el cual Dios ilumina el entendimiento del autor sagrado al escribir un libro y mueve eficazmente su voluntad para que exprese la verdad que él mismo quiere expresar, resultando así Dios autor principal del libro, y el hombre autor secundario e instrumental “(M. Martín Sánchez, Manual de la Sagrada Escritura, Tomo I, editorial Palabra, Madrid 1976, p 35)
Podemos leer en la segunda carta de San Pedro 1:20-21 " Pero ante todo, tened presente que ninguna profecía de la Escritura, puede interpretarse por cuenta propia, pues nunca profecía alguna fue fruto de la voluntad humana. Los profetas fueron hombres que hablaban de parte de Dios, movidos por el Espíritu Santo.
Cada autor humano escribió desde su propia experiencia, con su propio estilo, contexto y vocabulario; pero era el Espíritu Santo quien les inspiraba, para que ellos plasmaran desde su condición humana, la voluntad divina.
¿ Como inspira Dios?
El Magisterio de la Iglesia se ha expresado respecto a la inspiración de la siguiente manera:
- El Vaticano I: “Los libros de la Escritura son inspirados y canónicos, no porque contengan la revelación sin mezcla de error, ni porque habiendo sido escritos en virtud de recursos puramente humanos, recibieron la subsiguiente aprobación de la Iglesia, sino, porque, habiendo sido escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo, tienen a Dios por autor”.
- Las verdades reveladas por Dios, que se contienen y manifiestan en la Sagrada Escritura, se consignaron por inspiración del Espíritu Santo.. Pero en la redacción de los libros sagrados, Dios eligió a hombres, que utilizó usando de sus propias facultades y medios, de forma que obrando El en ellos y por ellos, escribieron, como verdaderos autores, todo y sólo lo que El quería. (11)
- En esta Encíclica el Papa Pio XII define al autor sagrado como un instrumento del Espíritu Santo dotado de razón que bajo la moción divina usó sus facultades para escribir el libro sagrado.
Dios actúa a través de la inspiración para producir un efecto concreto que son los libros Sagrados, por tanto Dios es el principio de la Escritura.
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